Por cuestiones disciplinarias y castigo la profesora tomo la decisión de sentarnos en pareja (niño y niña). Esta acción por parte de ella marcó mi vida para siempre y seria el inicio de mi gran historia de amor.
Teníamos entonces 14 años, cuando nos toco sentarnos juntos. Para mí el me era indiferente, lo veía simplemente como un compañero mas hasta que un día un compañero me dijo que el (Gabriel, mi compañero de mesa) gustaba de mi. Me puse nerviosa y contenta, y no sé por qué.
Desde de esa vez mi forma de verlo cambio totalmente, no se creo que quería comprobar si era cierto o qué. A veces nos mirábamos a los ojos y perdía la noción del tiempo. Cuando algún otro compañero se sentaba en su puesto durante los recreos para conversar conmigo él se enojaba.
En un festival de la primavera, cada aula iba a presentar un baile. El profesor de artes, nos puso a los dos de pareja, y yo me sentía contenta. Pero el pertenecía a un grupo de música, y por falta de alumnos en esa área se lo llevaron y a mí me designaron a otra pareja.
Pasaron las fiestas de primavera volvimos a las clases y el no me hablaba es mas ya no se sentaba conmigo. Para ese entonces mi Tutora se olvido del castigo y la disciplina. Y bueno volvimos sentarnos como de costumbre.
Llegamos al último año (5to año) de la secundaria este fue el año de las despedidas. Ahora el me acompañaba a mi casa, caminábamos juntos hablando de muchas cosas. Sentía que este año se me iba a declarar nos tratábamos mas, los compañeros jamás dejaban de molestarnos. Todo era muy gracioso y así lo tomábamos.
Hasta que el mejor amigo de él, Mario, se me declaro. El día que paso esto no lo pude creer, yo esperaba que me dijera que su amigo (Gabriel) estaba enamorado de mi y no él. Yo no lo acepte, pero él decía que tenía esperanzas.
Mario no lo pudo ocultar mucho tiempo, pronto se entero toda la clase. Y también Gabriel. Y él desde que se entero se alejo completamente de mi, hasta creo que me odiaba por la forma de sus miradas.
Pronto terminaríamos el último año, y mi mayor sueño era que me llevara al baile de promoción. Como estúpida pensé que eso pasaría, pero él dijo delante de varios amigos que él ya tenía pareja y que gustaba mucho de ella. No sé por qué hizo eso. Entonces por venganza quise ir con Mario al baile, luego me di cuenta que iba a cometer un gran error y además lastimarlo creando en las falsas esperanzas.
El día de la fiesta no me quede mucho tiempo. Yo fui con un muchacho muy bello todas las compañeras decían que esta súper bello, y era verdad.
Me entere después que luego del baile de promoción todos se reunieron en casa de uno de nuestros compañeros a seguir la fiesta. En la clausura del año fui solamente a recoger mi diploma de graduación y me fui enseguida, no quería despedirme ni ver a nadie, menos a él.
Al año siguiente, recibí una llamada de una amiga para decirme si Gabriel me había llamado y le pregunte por qué y me dijo que ella se había hecho pasar por mí. Me comento que él le dijo un montón de cosas sobre mí y si quería saber que, era necesario que fuera a su casa. Fui y el llamo, oí cuando él me decía que jamás estaría conmigo, que él no iba a tirar al tacho una amistad de muchos años y que yo era la manzana de la discordia entre Mario y él.
Pasaron dos años me mude de ciudad, un día me entere que estaba en la misma universidad que yo y no solo eso, también Mario. Chuzo porque esto me estaba pasando a mí.
Cuando ya iba a acabar mi carrera, acudí a una fiesta de encuentros (compañeros del colegio) Ahí estaba Gabriel y Mario, yo hacía como si nada hubiera ocurrido hasta que ya avanzada la fiesta Gabriel se me acerco, y yo le pregunte así de directo si el alguna vez me quiso y me dijo que me quería, que siempre me quiso, yo me sentía estallar, luego nos besamos, bailamos, eso fue un momento inolvidable.
Vivía en las nubes hasta ese momento, reaccione cuando se acerco Mario a separarnos y como que iban a pelear entonces decidí salir de aquel lugar sola. Salí de la fiesta, tome un taxi, y ellos detrás de mí corriendo.
Entendí que no podía seguir con eso. Un día un señor (de esos que leen las manos) me dijo que me olvidara de Gabriel, que no era para mí. Que él no estaba en mi vida futura. Creo que tenia razón, si Dios hubiese querido unirnos jamás me hubiese tenido que ir a vivir tan lejos (por cuestiones laborales).
No volví a verlo más, hoy radico en otro país, pero siempre me da nostalgia recordarlo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Qué opinas de esta historia?